A veces se pueden ver pequeños corrales en piedra adosados a las pocilgas o aislados muy cerca de ellas, lugares que se usaban para proteger a los garrapos o para darles de comer en su interior y que los adultos nos pudieran quitárselo, por eso en todos se observa una entrada muy pequeña del tamaño de las crías.
Cuando estos corrales están aislados, suelen tener forma circular y estar formados por grandes piedras hincadas (hincones) que los convierten en pequeñas fortalezas inexpugnables.